18 Abril 2020

Encerrados en casas, puertas cerradas,
El mundo se detuvo, calles desoladas,
Covid irrumpió, quebrando nuestra vida,
Nos arrebató abrazos, dejando almas heridas.

Mascarillas cubriendo rostros, miradas distantes,
Zoom en la sala, reuniones constantes,
El tiempo se dilató, en un ciclo sin fin,
Las noches sin sueño, el miedo al acecho, sin fin.

Las ventanas se volvieron testigos mudos del exterior,
Las noticias bombardeaban con un sinfín de horror,
Las risas en videos, los llantos en texto,
La vida fragmentada, en un mundo perplexo.

Los héroes sin capa, en hospitales de guerra,
El mundo se unió, en la misma tierra,
Vecinos, pilares solidarios, con gestos pequeños,
La esperanza renació, en cada acto, en cada empeño.

Las aulas quedaron vacías, los parques en silencio,
El eco de risas se perdió en el viento,
Las fiestas se tornaron recuerdos lejanos,
Los días se volvieron eternos, planos.

Pero aprendimos a valorar lo esencial,
El amor, la salud, el abrazo fraternal,
El sol volverá, tras la tormenta,
Una lección que nos fortalece y aumenta.

Ahora caminamos hacia un nuevo amanecer,
El tiempo nos transformó, ya no hay que temer,
Con la frente en alto y el corazón valiente,
Honramos a los caídos, siempre presentes.